Ante la persistencia de importantes desigualdades sociales y de género, así como en la brecha digital y en el acceso a las tecnologías, el Centro-i se propone contribuir a la construcción de modelos de desarrollo más justos y más incluyentes que mejoren las oportunidades con las que la sociedad del futuro pueda alcanzar mejores niveles permanentes de bienestar, sin dejar a nadie atrás.

Pero la construcción de modelos  de desarrollo más justos e incluyentes requiere de la realización de análisis y diagnósticos que no sólo sean robustos y basados en datos reales, sino también que sean innovadores, imaginativos y capaces de identificar aspectos que suelen permanecer ignorados u ocultos con enfoques tradicionales.

Por ello, el Centro-i retoma algunos principios convenientes y necesarios como la multidisciplinariedad y la transversalidad, para incluirlos en un enfoque integrador de vanguardia, más completo, más robusto y de mayores alcances: la complejidad.

El concepto de la complejidad se refiere al estudio de los sistemas complejos, iniciativa que ha ido conformando un novedoso cuerpo de reflexiones y de conocimientos a lo largo de décadas recientes.

La motivación que dio origen al desarrollo de este enfoque proviene del descubrimiento de que muchos fenómenos naturales y no naturales se explican por una amplia variedad de situaciones, variables y procesos que no vemos a simple vista, que están allí en el fondo interactuando de muchas maneras pero que, mientras no abandonemos los sesgos del pensamiento lineal y los sigamos analizando con las metodologías tradicionales, permanecerán desapercibidos y ocultos a nuestro entendimiento.

Esas propiedades, que les permiten funcionar simultáneamente en varios planos espaciotemporales, son las que otorgan a semejantes fenómenos la cualidad de complejos. Y los mecanismos que les permiten mantenerse ocultos y lejos de nuestra intuición se han ido organizando en ámbitos de conocimiento que ahora conforman las bases del estudio de la complejidad: los sistemas dinámicos no lineales, la aleatoriedad, la formación de jerarquías, la emergencia, la autoadaptación.

La experiencia adquirida en los últimos años por los pocos grupos existentes de investigación dedicados al estudio de la complejidad ha demostrado que para develar los secretos de los fenómenos complejos no se requieren ni millones de dólares ni supercomputadoras en serie, sino la dedicación y el esfuerzo de grupos multidisciplinairos y multidiversos de mentes colaborativas, abiertas, con probadas capacidades para desaprender métodos tradicionales y aprender enfoques de vanguardia. Estos son los principios que guiarán la formación del capital humano del Centro-i y de los equipos para desarrollar proyectos específicos.

Los fenómenos que definen el ecosistema digital y las tecnologías exponenciales son complejos por naturaleza. En términos espaciales hay algunos que se dan a escalas tan pequeñas (como el paso controlado de la corriente eléctrica a través de circuitos integrados) o tan grandes (como la cadena de efectos particulares que genera la transmisión de una cápsula informativa sobre miles de comunidades rurales), que no los vemos a simple vista.

En terminos temporales, hay fenómenos que suceden a velocidades tan altas que todavía nos resultan inimaginables (como lo que sucede con la computación cuántica) y otros que se dan en periodos tan largos (como los cambios que se dan intergeneracionalmente), que también nos pasan desparecibidos.

Con el enfoque sistémico, nos beneficiaremos también de las aportaciones sustantivas que han hecho la economía y otras ciencias de la conducta para la comprensión de las decisiones humanas, donde intervienen los sesgos cognitivos, las creencias, los prejuicios, los marcos de referencia y la información imperfecta.

Para complementar nuestro enfoque, la perspectiva de género será esencial, al comprender que históricamente el análisis, datos e interpretación del mundo han pasado por el filtro de una visión donde han estado mayormente ausentes las mujeres.

En el Centro-i tenemos el propósito de usar las mejores herrramientas disponibles hasta ahora para identificar, visualizar y entender los fenómenos complejos que están transformando nuestra sociedad y delineando nuestra vida futura. Con estas piezas y con la consideración explícita de la multidisciplinariedad y la transversalidad, tendremos un enfoque metodológico sólido y congruente con el que analizaremos las implicaciones de esos fenómenos y generaremos las propuestas para mejorar y ampliar los beneficios alcanzables del  ecosistema digital y de las tecnologías exponenciales.