El debate sobre todo lo que significa que una ciudad sea feminista no está resuelto, pues a medida que avanza la toma de conciencia sobre los impactos que tiene el espacio construido sobre la vida y el bienestar de las mujeres y otros grupos vulnerables, la discusión se enriquece con más temas y líneas argumentativas. Esa toma de conciencia revela aspectos de la ciudad que para muchos eran invisibles, como la multitud de barreras físicas, económicas, psicológicas, simbólicas y sociales que restringen las libertades de las mujeres y les echan en cara que son huéspedes, muchas veces indeseables, de una ciudad que no es suya.

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Principios generales para el diseño de una ciudad feminista

Una ciudad feminista es una ciudad incluyente que busca igualdad y justicia para todas y todos. Avanzar en esos propósitos significa avanzar en las acciones siguientes:

  1. Eliminación de sesgos y barreras estructurales que impiden igualar las oportunidades y posibilidades universales de acceso, uso y aprovechamiento de los espacios públicos (igualdad de derechos y oportunidades para mujeres, niñas y otros grupos discriminados; erradicación de roles que confinan a las mujeres a los espacios privados).
  2. Transformación del esquema de zonificación de usos del suelo en otro que flexibilice los usos y que incluya a las necesidades de las mujeres, niñas y niños, discapacitados y adultos mayores en la determinación de los efectos ecosistémicos de primer orden
    (reconocimiento explícito de la importancia y de los efectos ecosistémicos de la economía de los cuidados en el funcionamiento económico de la ciudad).
  3. Rediseño de sistemas de transporte público incorporando criterios que atiendan las necesidades de las mujeres, niñas y niños, discapacitados y adultos mayores (consideración de la importancia de la economía de los cuidados en la rentabilidad económica y social de los sistemas de transporte).
  4. Creación de redes físicas de protección y refugio de mujeres y niñas frente a situaciones de violencia bajo criterios de máxima accesibilidad (componente físico-espacial de las estrategias de protección de mujeres y niñas frente a todo tipo de violencias de género).
  5. Construcción de redes de guarderías, de estancias infantiles y de centros de atención de enfermos y adultos mayores bajo criterios de máxima accesibilidad universal (componente físico-espacial de las estrategias de apoyo a la economía de los cuidados).
  6. Transformación de espacios construidos en espacios de apoyo colaborativo entre mujeres (edificaciones y barrios que comparten áreas comunes de preparación de alimentos, de juego para niñas y niños, de lavado de ropa y de cuidado de enfermos y de adultos mayores).
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