El retroceso que estamos sufriendo como país ha trascendido todos los límites de lo razonable para una nación que, hasta hace apenas 4 años, creíamos que avanzaba lentamente y entre tumbos, tropezones y reiteradas caídas hacia un estado temprano de democracia funcional. Pero la realidad por la que estamos pasando nos muestra clara y objetivamente un retroceso que aumentará muchos años más de subdesarrollo y penurias para la sociedad mexicana.
La estrategia del Estado, que ha logrado entre otras cosas la destrucción sistemática de instituciones y programas que venían cumpliendo funciones críticas para un funcionamiento razonable de la vida económica y social del país, y la polarización de la opinión pública mediante la difusión repetitiva de afirmaciones ofensivas, falsas e insidiosas, ha alejado a la nación del camino recomendado para avanzar hacia un estado de mayor bienestar para toda su población.
Eso significa que todos los recursos que hubiéramos podido seguir usando para avanzar, de no haber padecido este drástico golpe de timón, ahora los estamos usando para pagar los costos de la estrategia gubernamental. El panorama para el país, no cabe la menor duda, es bastante sombrío.
Pero la lucha por mejorar nuestro estado de bienestar no deja de ser un esfuerzo continuo, permanente e inacabable en el que todas y todos tenemos cabida y responsabilidad. Y son muchos los ámbitos en los que hay que contribuir.
Me referiré hoy de nuevo al tema muy específico del periodismo de investigación porque, a pesar de su importancia, sigue siendo un tema menospreciado en el debate público. Y empiezo por reiterar que el periodismo de investigación es un instrumento estrictamente necesario para el buen funcionamiento de una democracia.
Mencionaba yo en una columna anterior que el periodismo de investigación es una de las actividades que más están padeciendo con la llegada al poder de demagogos y populistas en varios países, para quienes su aniquilación es siempre uno de sus objetivos primordiales. Pero esa no es la única amenaza que enfrenta, pues estamos viviendo la etapa en la que la transformación digital de los medios también acecha la supervivencia del periodismo de investigación.
En ese contexto, el Stigler News Report identifica cuatro áreas de preocupación inmediata:
1. Los riesgos de observar una aniquilación gradual del modelo de negocio que permitió a muchos medios de comunicación producir periodismo de investigación y exigir rendición de cuentas a gobiernos y grandes corporaciones durante décadas.
2. Los cambios por los que la distribución de noticias pasa de las generadoras de noticias tradicionales hacia los algoritmos controlados por plataformas digitales, y la creciente concentración, poder y control que tienen un puñado de estas plataformas como guardianes de las noticias en todo el mundo.
3. La opacidad de los algoritmos que controlan la distribución de noticias y la falta de información disponible públicamente sobre el consumo de noticias en el ecosistema de las plataformas.
4. Los débiles incentivos económicos y legales que tienen estos poderosos guardianes de las noticias para priorizar contenidos de calidad y limitar la difusión de información falsa.
Por todo ello, coincidimos plenamente con la recomendación del informe Stigler para desarrollar un nuevo sistema regulatorio que asegure la transparencia necesaria en cuanto a los flujos de información y el diseño y uso de algoritmos en las grandes plataformas digitales.
No hay que perder de vista que el periodismo de investigación, las noticias de calidad y las noticias locales presentan características de un bien público, en el sentido de que son un bien necesario para la sociedad, pero que muchas veces su producción y distribución no son suficientemente atractivas para el mercado. Por eso es importante apoyarlas como sociedad y no permitir que desaparezcan. Todas y todos los que creemos que avanzar hacia una democracia funcional es un camino que lleva hacia un mejor estado de bienestar general, tenemos el deber cívico de seguir defendiendo el periodismo de investigación.
Por ello aprovecho de nuevo este espacio para invitar a estudiantes universitarios a participar en el concurso de ensayo sobre regulación económica del Centro-i Para la Sociedad del Futuro, con el tema de los desafíos del periodismo de investigación en la era digital. Su participación es una forma sumarse a los esfuerzos por salvar esta importante actividad.
Publicado en La silla rota