Grupo Televisa comprará la participación que AT&T posee en Sky Mexico y se convertirá, de este modo, en la dueña absoluta al sumar el 100 por ciento de su capital, aún cuando ya tenía participación mayoritaria en la compañía. AT&T contaba con un 41 por ciento de la operadora de TV satelital que, en los últimos años, había sumado también servicios de banda ancha e inclusive telefonía móvil a través de una segunda marca. Pero con este movimiento, definitivamente decide salirse de ese negocio.

La información se conoció durante la tarde del miércoles, luego que Televisa enviara un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMN). Allí señaló que la transacción se pagaría entre 2027 y 2028 y que, además, se debe esperar la aprobación de las autoridades mexicanas, específicamente, del Instituto Federal de las Telecomunicaciones (IFT).

Aunque el monto de la operación no trascendió, El Economista deslizó que esta venta colaboraría en el objetivo de AT&T de generar una liquidez por unos 8.000 millones de dólares proveniente de esta venta, como también de otras que se producirían fuera y dentro de los Estados Unidos. Un modo, siguió ese medio, de recuperar parte de los 85.000 millones de dólares que supuso la compra de Time Warner.

Lo que sí se definió para el corto plazo es que Luis Malvido, quien venía desempeñándose como director general ejecutivo de Sky México en los últimos dos años, dejará la posición. Y que Francisco Valim tomará ese puesto, además de mantener el mismo cargo en el segmento de cable de Grupo Televisa, es decir, Izzi. El objetivo que tendrá Valim en el marco de este proceso será el de crear sinergias entre ambas operaciones.

La noticia, entonces, tiene dos vertientes. Por un lado, la salida de AT&T del negocio de la TV paga de manera definitiva en México, que además podrían estar acompañados de otras desinversiones. Y, por el otro, Televisa volviendo a concentrarse en el mercado que mejor conoce, y que hoy se enfrenta a grandes desafíos. Hay que recordar que hace algo más de tres años, el IFT declaró a Televisa como empresa dominante en el segmento de TV por suscripción.

“Aquí la novedad está de lado de ATT que se sale de esa asociación. En México nunca hizo mayores incursiones en este segmento”, dijo a TeleSemana.com, Elena Estavillo, presidenta del Centro-i para la Sociedad del Futuro y ex comisionada del IFT entre 2015 y 2019.

“Por parte de Televisa, ha estado enfrentando un mercado difícil en su segmento de televisión restringida que ahora sí está compitiendo más de lleno con las plataformas digitales, aunque hay que recordar que muchas personas no tienen acceso a Internet o su acceso es muy limitado, así que sí es importante el posicionamiento de Televisa. No obstante, Televisa ya tenía el control de Sky, así que el mapeo del mercado y de la concentración en el mismo no cambia mucho”, agregó la ex funcionaria.

Televisa es el segundo proveedor de banda ancha de México, detrás de Telmex, que lo duplica en cantidad de líneas al superar los 10 millones de clientes. Para acceder a esa posición, se deben contabilizar tanto los clientes de Televisa como los de Cablecom, Cablemás, Izzi y otras prestadoras regionales. En tercer lugar se ubica Totalplay, y en la cuarta posición se encuentra Megacable, de Robinson Bours, una de las familias más ricas de México, con negocios en la industria de alimentos.

Televisa, a través de Izzi y Sky, ha venido reorientando su estrategia de negocios para enfrentar la competencia proveniente de las plataformas de streaming. Por eso, lanzó una oferta deportiva, un Operador Móvil Virtual (OMV), y la digitalización del soporte al cliente como manera de robustecerse frente al público y brindar servicios de valor.

A partir de esta novedad, el IFT tendrá que volver a pronunciarse sobre esta concentración. Cuando en 2017 el regulador aprobó la compra de Time Warner, hubo dos comisionadas que solicitaron que se incluyeran cláusulas específicas en caso que la nueva empresa incurriera en acciones indebidas, reflejó en aquellos años El Economista. El sector tiene sus vueltas y, ahora, podría volver a repetirse esta historia.

Llama la atención, no obstante, que la operación, de ser aprobada, se pagará recién en 2027 y 2028, es decir, en tres o cuatro años. ¿Televisa no tiene el dinero para afrontar esta ampliación? En el balance de 2023 registró la primera caída de utilidades después de una década, y hace un par de semanas Moody´s bajó su calificación por apalancamiento y desafíos a enfrentar, justamente, en Sky.

El reciente informe de la calificadora fue duro pues bajó la nota de Baa2 a Baa3, el grado de inversión más bajo al que se puede acceder. Lo hizo al tomar en cuenta la caída del negocio de la TV paga en México, donde Sky, además de soportar la competencia del segmento de cable, también viene registrando desde 2022 un peor desempeño operativo producto de una depuración de la base de clientes, señaló Bloomberglínea.

En este contexto, Moody´s tampoco espera que Televisa pueda reducir su deuda en los próximos años. Tal vez allí esté parte de la explicación de por qué, en caso de ser aprobada, la transacción se pagará en el último giro de esta década. Y por qué, también, se arriesga a esta jugada. Mejorar la nota es una necesidad de inversión.

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