Por Efrén Páez Jiménez

Las aplicaciones móviles tienen un impacto significativo en sectores clave de la economía, ya sea en actividades de comercio electrónico, pagos o servicios públicos, por lo que se deben impulsar políticas y regulación que aceleren el desarrollo y faciliten la integración de esta tecnología entre usuarios, gobiernos y pequeñas y medianas empresas, señaló Elena Estavillo, directora de Centro-i.

Durante una reunión con medios y organizaciones, Estavillo abordó cómo las aplicaciones móviles se han convertido en una interfaz fundamental para el intercambio entre distintos actores económicos, como comercios, gobiernos y usuarios. En un ecosistema digital que ya no es un mercado aislado, sino un sistema dinámico de mercados interconectados, las apps juegan un rol clave en la transformación digital de la economía.

Las aplicaciones móviles han generado nuevos modelos de negocio independientes, innovadores y que facilitan actividades que antes funcionaban de manera analógica o que eran imposibles en el mundo físico, agregó.

Según un estudio presentado por el Centro-i, en 2022 se registraron 5 mil 682 millones de descargas de apps, generando ingresos por mil 190 millones de dólares, de los cuales 403 millones provinieron de juegos. En promedio, los usuarios mexicanos pasaron 4.8 horas diarias utilizando sus smartphones, y un notable 32 por ciento de las mil 500 aplicaciones más descargadas fueron desarrolladas por mexicanos.

En el caso del comercio electrónico, han permitido a las pequeñas empresas acceder a nuevos mercados, facilitando su crecimiento. En el ámbito de la banca y los pagos, estas tecnologías tienen un potencial enorme para impulsar el desarrollo social y la inclusión financiera, proporcionando acceso a servicios esenciales y oportunidades económicas.

Sin embargo, Estavillo advirtió que México aún no participa lo suficiente en las aplicaciones de pagos, lo que representa una gran oportunidad de desarrollo que merece mayor atención por parte de las autoridades y la sociedad. Según el estudio, los ingresos percibidos por aplicaciones de banca y pagos en 2022 fueron de 10 millones de dólares en Brasil y 2.6 millones en México.

Por otro lado, Estavillo señaló que también hay otros nichos como apps dirigidas a mujeres y adultos mayores que muestran un gran potencial para contribuir al desarrollo social y económico, ya sea para facilitar la inclusión de mujeres en la economía, o brindar servicios públicos a adultos mayores.

En cuanto a la regulación, Estavillo indicó que si bien ya existen normas que rigen el sector, es importante evaluar cómo asegurar su cumplimiento efectivo sin frenar la innovación. También es esencial socializar los beneficios de las tecnologías digitales, facilitando el acceso a las pymes de manera que no sea excesivamente caro y permitiendo una participación justa en el mercado.

En ese sentido, las pequeñas empresas, que suelen tener poco acceso a capital, pueden encontrar apoyo en la tecnología, especialmente a través de la Inteligencia Artificial (IA). Sin embargo, para que esto sea efectivo, es crucial garantizar que el entorno digital sea seguro, privado y confidencial, ya que la confianza es esencial para el uso de tecnologías avanzadas y para mejorar los servicios disponibles para la población.

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