El informe fue presentado en el Senado de la República por la Directora General Adjunta de la UNESCO para las Ciencias Sociales y Humanas, Gabriela Ramos, junto con Alejandra Lagunes, Senadora y promotora de la ANIA, y Elena Estavillo, Directora del Centro-i y consultora experta de la UNESCO.
México ocupó el tercer lugar en tecnología en Latinoamérica en el Índice de Preparación del Gobierno para la IA (Government AI Readiness Index) de 2023. Sin embargo, persisten desafíos como la inversión ya que se registraron entradas por 508 millones de dólares, superando a la región de América Latina y el Caribe, su impacto es menor debido a las dinámicas y proporciones tanto territoriales como poblacionales del país.
Múltiples estudios estiman que los desarrollos de la IA pueden incrementar el PIB mundial entre un 1.5 por ciento y un 2 por ciento en 10 años y que podrían impactar en la transformación desde el 40 hasta el 60 por ciento de los empleos en el mundo.
Gracias a dichas estadísticas, la UNESCO ha liderado iniciativas para preparar a los países no sólo con datos y generación de conocimiento, sino también en su aplicación para orientar políticas públicas y mecanismos de gobernanza.
“México podría consolidarse como referente de gobernanza para el desarrollo ético y efectivo de la inteligencia artificial de incursionar en un diseño institucional, incluyendo un mapeo de su ecosistema y un marco jurídico específico, y lograr emitir una Estrategia Nacional integrada en su Plan de Desarrollo, un desafío en el cual puede cooperar la UNESCO”, señaló Gabriela Ramos.
El capital de riesgo invertido en IA fue de 150 millones de dólares a septiembre de 2023, y aunque es menor a los 170 millones de dólares para la industria de alimentos y bebidas, el país puede mejorar sus ingresos al proyectarse a nivel internacional, porque sus exportaciones de alta tecnología superan ya un 14.2 por ciento, siendo el número nueve del mundo y cuenta con una alta capacidad técnica profesional y de investigación.
México también cuenta con un marco normativo sólido en privacidad, transparencia y acceso a la información, por lo que, aunque no tiene una ley o política específica para la atención y reparación de daños causados por sistemas de IA o para contextos digitales, puede recurrir por el momento a diferentes normas y mecanismos actuales.
Por otra parte, la UESCO propone acciones de Inteligencia Artificial como un sistema de identidad digital única operado por un organismo independiente; una política de datos abiertos más allá del gobierno abierto; incorporar la diversidad y representación de todas las personas a lo largo de las etapas del ciclo de IA; identificar activos y servicios críticos, con estrategias específicas de prevención y detección; por mencionar algunas.