Durante el primer día del foro “Alternativas para potenciar la cobertura de servicios digitales en México”, organizado por el IFT y el ITAM, Elena Estavillo, directora del Centro-i, dijo que los cambios tecnológicos son procesos permanentes, que han ido sucediéndose cada vez con mayor velocidad, cerrando los espacios de tiempo entre una revolución tecnológica y otra, y encadenándose unos con otros, lo que incide profundamente en la manera en que vivimos y nos comportamos como sociedad.
Los últimos cambios han traído dinámicas aún más complejas, frente al advenimiento de un nuevo sistema en el que “interactúan los fenómenos tecnológico con el social y el humano, revolucionando nuestra manera de hacer todo, que además inciden en la manera de hacer política, en las dinámicas democráticas, en las formas de acceder a la información. Se nos requiere dar un paso atrás y ver en perspectiva estas modificaciones a nuestra vida”.
Estavillo advierte que hay grandes brechas entre regiones y al interior de un mismo país. “Incluso, no se han terminado de completar revoluciones anteriores, como la del acceso a Internet, pues aún falta mucho para incorporar a todas las personas en el aprovechamiento de internet”, dijo, tras afirmar que hay que cerrar brechas no solo en el acceso internet, sino en la creación tecnológica, en la toma de decisiones y en la definición de estrategias y políticas. “Hay que cerrar brechas transversalmente en todos estos espacios”.
Garantizar el respeto de los derechos humanos en los espacios digitales y tener conciencia de esta tecnificación, sin olvidar la relación entre tecnología y derechos humanos, tendría que ser una de las prioridades.
Asimismo, en temas de conectividad, recalcó la importancia de cerrar la brecha en el acceso a computadoras e internet de los estudiantes que viven en zonas rurales, el acceso al financiamiento para las Pymes, que generan el 72% de empleos del país, y en género, lograr que las mujeres se integren plenamente a la sociedad del conocimiento, resolviendo problemas estructurales con políticas públicas y acciones sociales, como el que las mujeres ocupan mayor cantidad de tiempo en trabajo no remunerado.
“La tecnología tiene que ser responsable y debemos estar conscientes de cómo la aplicamos, cómo la supervisamos, cómo la diseñamos, teniendo la visión de la relación tan cercana que existe entre el desarrollo tecnológico y el ejercicio de derechos humanos” dijo Estavillo.