Los elementos fundamentales del nuevo entorno habilitador
¿Qué necesitamos?
El desarrollo del ecosistema digital se ha dado a grandes velocidades, lo que ha dificultado que podamos visualizar y entender correctamente su evolución y su funcionamiento. Todavía más difícil es imaginarnos cuáles serán las nuevas avenidas de la innovación tecnológica y sus impactos en todos los aspectos de la vida. Pero lo que sí sabemos ahora es que los análisis del ecosistema digital basados en enfoques y herramientas tradicionales no ayudan a entender este fenómeno. Por ello, y con el propósito de contribuir un poco en los esfuerzos por entenderlo mejor, en este documento se plantea un enfoque ecosistémico, es decir, verlo como un sistema complejo.
En términos simples, este enfoque abandona las explicaciones ancladas en supuestos previos sobre el funcionamiento del ecosistema digital y se abre a la posibilidad de descubrir nuevas explicaciones basadas en las formas en las que se relacionan los diferentes aspectos, factores y variables que conforman el ecosistema.
Esto significa, por ejemplo, que el diseño de una estrategia para reducir la brecha de digital de género, además de las acciones que inciden directamente sobre el aprovechamiento de los dispositivos y los servicios de internet por parte de las usuarias, también debe incluir trazas de los factores que determinan la conectividad, como la eficacia de la regulación aplicable, las condiciones de competencia, la accesibilidad al espectro, las barreras para el despliegue de infraestructura, los costos y tiempos de los trámites administrativos, y los incentivos y desincentivos a la inversión.
Entre los aspectos que inciden de formas específicas sobre el aprovechamiento de los dispositivos y los servicios de internet por parte de las usuarias, pensamos en el grado de alfabetismo digital; en la disponibilidad de contenidos que atiendan los intereses, necesidades y preferencias de las mujeres y niñas; en la agencia con la que cuentan para usar dispositivos digitales y para decidir sobre los servicios, aplicaciones y contenidos que aprovechan;en la protección de su privacidad y en los niveles de violencia digital que enfrentan las mujeres cuando se conectan a dicho ecosistema.
Visto de esta manera, la eficacia de una estrategia diseñada para reducir la brecha digital de género será pobre si no se le concibe sistémicamente, lo cual implica considerar explícitamente los vasos comunicantes entre los aspectos mencionados.
El mapa siguiente es una representación simplificada del ejemplo que se menciona:
Antes de regresar al ejemplo es importante aclarar cómo se deben interpretar las flechas y los signos algebraicos entre nodos. La flecha indica un sentido de causalidad que va del nodo origen al nodo destino. Si el sentido de la flecha va de la conectividad a brecha de género, ello indica que la conectividad es un insumo que contribuye, de alguna manera, a determinar un nivel, grado o estado de la brecha de género. Pero no al revés: la brecha de género desde la perspectiva de la demanda (las mujeres en su papel de usuarias) no determina el nivel o la calidad de la conectividad. En contraste, la participación de las mujeres en su rol de directivas y en la producción de equipo y servicios (la brecha de género desde el lado de la oferta) sí incide en la oferta de contenidos relevantes para las mujeres, en la violencia digital y en el alfabetismo digital.
Los signos algebraicos indican el sentido de la relación existente entre los nodos. Un signo (+) indica que los aspectos representados por los nodos se mueven en el mismo sentido: mientras más adecuada sea la regulación, mejores serán las condiciones de competencia. Claro que la jerarquía o nivel de representación de este mapa es muy general y no se detallan los atributos o las características de lo que es una regulación adecuada, o las condiciones específicas de competencia representadas. Un signo (-) indica que los aspectos representados por los nodos se mueven en sentido contrario: menos barreras al despliegue de infraestructura genera mayores incentivos a la inversión, o más barreras reducen esos incentivos.
Uno de los aspectos interesantes del ejemplo que se presenta es observar que un buen sistema de reglas, es decir una regulación adecuada, genera una variedad de efectos directos e indirectos sobre diferentes aspectos que inciden sobre la brecha digital de género. Por ejemplo, un efecto directo es el que tiene sobre la violencia digital y un efecto indirecto es el que sigue una trayectoria que pasa por mejorar las condiciones de competencia, los incentivos a la inversión y la conectividad. Los tiempos y la geografía de cada uno de los procesos son distintos, pero las causalidades se mantienen.
Uno de los propósitos de estos ejercicios de mapeo es identificar y visualizar las relaciones existentes entre los principales aspectos, variables y factores de un ecosistema dado, que se puede representar con diferentes jerarquías o niveles de detalle, para generar diagnósticos útiles y robustos que sirven de base para el diseño e implementación de estrategias y planes.
La consideración explícita del hecho de que los procesos que forman parte del ecosistema corren a velocidades distintas, en diferentes escalas y geografías, ayuda mucho para distribuir eficientemente los recursos humanos, materiales, financieros y tecnológicos de manera que se alcancen mejores resultados.
Esta visión ecosistémica es una herramienta muy poderosa para hacer que las estrategias sean eficaces y eficientes a lo largo de su vida útil y que promuevan los cambios deseados de una forma consistente y permanente. En esta sección se incluyen elementos del ecosistema digital en su calidad de entorno habilitador de derechos fundamentales, y en una segunda fase del proyecto, con los insumos que aporten diversos actores y especialistas de los temas incluidos, se harán los análisis ecosistémicos que serán parte integral de la plataforma de transformación digital.