Consumidores

¿En qué nos ayuda?

  • Nos empodera para comprar a los mejores precios y obtener información sobre calidad de bienes y servicios y confiabilidad de proveedores. Podemos obtener recomendaciones sobre marcas y modelos específicos de todo tipo de productos; sobre la calidad y atención al cliente de servicios como los bancarios o de telecomunicaciones; sobre escuelas y guarderías; profesionales médicos y hospitales; destinos para viajes, actividades turísticas y culturales.
  • Se abren las opciones para acceder a diversas formas de consumo no presencial a través de contenidos digitales, lo cual también contribuye a que bajen los precios de bienes y servicios porque las tiendas físicas, salas de cine y otros proveedores pueden reducir sus costos. Al mismo tiempo, se abren opciones de pago en línea, lo que significa mayor comodidad y ahorros en tiempos y traslados.
  • Crece la oferta de bienes y servicios disponibles a través de los nuevos modelos de negocio que han surgido a través de las plataformas digitales, como las tiendas en línea y los servicios de entrega a domicilio.
  • Se impulsa la inclusión financiera gracias a la posibilidad de ofrecer servicios sin necesidad de construir y operar sucursales físicas en áreas remotas o desatendidas. Además, el uso de nuevas tecnologías como la analítica de datos permite crear perfiles de crédito para personas que no cuentan con un historial tradicional.
  • Se facilita inscribir en la escuela a un niño de una comunidad apartada, para que su familia no tenga que dedicar uno o más días a conseguir un acta de nacimiento, a no faltar al trabajo y pagar el transporte para acudir en persona a la oficina más cercana del registro civil; a que una joven mujer no tenga igualmente que dedicar tiempo y hacer gastos para acudir a una clínica donde den seguimiento a su embarazo, sino que pueda comunicarse con una ginecóloga desde su celular; que cualquier persona con una molestia de salud pueda obtener de forma remota una opinión médica para un tratamiento oportuno.
  • Se habilitan miles de oportunidades de preparación y empleo para las personas con discapacidades, donde los obstáculos para la movilidad presentes en todos nuestros entornos urbanos y rurales no se transformen en limitaciones para alcanzar la autonomía e independencia económicas.
  • Poder acceder a noticias locales, nacionales e internacionales, desde distintas fuentes y puntos de vista.
  • Encontrar empleo y nuevos mercados para vender servicios y productos, observar tendencias exitosas para mejorar lo que hacemos. Capacitarnos y ampliar nuestras redes sociales, comerciales y laborales.
  • Capacitarnos, actualizar nuestros conocimientos, intercambiar experiencias y acceder a numerosos recursos educativos, muchos de ellos gratuitos.
  • Obtener información y guías para solucionar necesidades cotidianas, como realizar arreglos y composturas en el hogar, aprender a cuidar una mascota o encontrar una receta de cocina.

        ¿A qué retos nos enfrentamos?

        • Una parte importante de la población no alcanza a percibir las implicaciones y beneficios de adoptar la digitalización. Por ello resulta crucial difundir las ventajas y los beneficios de pertenecer al ecosistema digital. Se requieren esfuerzos importantes para incrementar el número de personas conectadas digitalmente.
        • En cuanto a los retos para que la población que ya está conectada aproveche mejor los beneficios del ecosistema digital, es necesario trabajar en temas de habilidades digitales; contenidos que atiendan las necesidades, intereses, habilidades y preferencias de las personas, considerando la diversidad lingüística del país; privacidad y seguridad.

        • Están también las dificultades de lograr que las telecomunicaciones y los servicios digitales sean asequibles y accesibles para todas las personas: que haya cobertura y buena calidad, que los precios de los servicios y los dispositivos estén al alcance de todos, y que los equipos, servicios y aplicaciones puedan ser usados por personas con distintas discapacidades.

        Fuente: Agüero, Aileen; Bustelo, Monserrat; Viollaz, Mariana. BID (2020)

        Las redes sociales se han convertido en el uso principal del internet móvil, y un intermediario para acceder a información, noticias, y entretenimiento. Esta situación ha sido favorecida por la prevalencia de planes de consumo que las incluyen por una cuota fija.

        • Parece que la barrera más importante para el uso del internet es no saber usarlo. El 40% de los hombres y el 33% de las mujeres identifican esta como la principal barrera, mientras que sólo alrededor del 15% reporta que es la falta de acceso o el costo. (encuesta After Access 2017-2018) [1]

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        [1] Al interpretar la brecha en las respuestas de hombres y mujeres, hay que considerar que se trata de la percepción de unos y otras sobre sus propias habilidades, y que las mujeres tienden a subestimarlas mientras los hombres tienden a sobreestimarlas, de manera que la brecha aparente pudiera ser resultado de un sesgo de género en la autoevaluación.

        Lo que nos dicen los datos

        Son muchas las razones por las cuales las personas no aprovechan el potencial de la digitalización. La encuesta de After Access usada en un estudio del BID [2] presenta resultados que son útiles para conocer las barreras que enfrentan las personas para acceder a dispositivos digitales y sobre los usos que les dan.

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        [2] Agüero, Aileen; Bustelo, Monserrat; Viollaz, Mariana. BID (2020) “¿Desigualdades en el mundo digital? Brechas de género en el uso de las TIC.”. https://publications.iadb.org/en/node/27638

        Fuente: Agüero, Aileen; Bustelo, Monserrat; Viollaz, Mariana. BID (2020)

        Aunque el costo es la barrera más importante para contar con un teléfono móvil, la falta de habilidades digitales también es un obstáculo significativo, además que se observan brechas de género significativas. El 24% de los hombres contestó que no saber usarlo era el impedimento principal para tener un celular, pero el número es aún mayor en las mujeres, con 35%.

        La mayoría de las personas usa sus servicios de forma acotada, para llamadas de voz o mensajes, o bien para escuchar música guardada en su teléfono. La contratación de planes muy básicos que son los que pueden pagar, no les permite hacer un uso más sofisticado para consumir contenidos educativos o noticiosos, tomar clases, usar aplicaciones de negocios o hacer teletrabajo.

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