Inclusión digital

Esquemas público-privados y comunitarios para zonas remotas y de baja densidad

¿Por qué es importante?

  • Las zonas remotas y con baja densidad de población generalmente no representan un caso de negocio para las empresas privadas, ya que los ingresos que pueden generar no son suficientes para cubrir las importantes inversiones en infraestructura requeridas. Cuando se suman recursos de diferentes fuentes públicas y privadas es posible cubrir las inversiones requeridas.
  • Además de la cobertura, existen otras barreras que dificultan que las personas y las organizaciones en esos lugares puedan aprovechar la digitalización, tales como no contar con dispositivos, carecer de habilidades digitales o que no existan contenidos y aplicaciones relevantes para esa población, por ejemplo, que usen lenguas de esas zonas. Se requiere sumar los esfuerzos de distintas organizaciones para abordar todos esos factores.
  • Existen soluciones técnicas y de negocio que son distintas a las de las empresas comerciales, diseñadas y operadas desde las comunidades, que no requieren inversiones tan cuantiosas y son opciones reales para conectar zonas pequeñas y dispersas.
  • La digitalización permite llevar a todos los rincones del país diversos servicios públicos a menor costo comparado con los esquemas tradicionales, de forma que la inclusión digital puede impulsar la inclusión educativa, económica, laboral, etc., así como la movilidad social.
  • La participación de la inversión pública distribuye los riesgos del proyecto entre los sectores público y privado, lo que impulsa la inversión privada.
  • En la Declaración del Milenio de la ONU [1] los países reunidos en su Asamblea General acordaron adoptar como una medida de desarrollo económico y erradicación de la pobreza, asegurar que los beneficios de las nuevas tecnologías estén disponibles para todos, especialmente en lo que se refiere a las TIC. Los países no pueden crecer ni desarrollarse de una forma duradera sin inclusión digital.

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[1] Organización de las Naciones Unidas (2000), resolución adoptada por la Asamblea General el 8 de septiembre de 2000 http://www.un.org/millennium/declaration/ares552e.htm

¿Qué nos falta?

  • Promover modelos de colaboración público-privado y también entre empresas privadas para impulsar inversiones y proyectos de inclusión social donde los incentivos del mercado no son suficientes.
  • Facilitar proyectos comunitarios así como distintas soluciones tecnológicas para atender necesidades específicas.
  • Generar modelos sistémicos y enfoques interseccionales para atender las problemáticas de grupos de la población donde confluyen distintas condiciones de exclusión, como la educación, los ingresos, el género, la edad, etc.

Lo que dicen los datos

  • En México, el 81.6 % de la población usuaria de internet de seis años o más se concentró en la zona urbana y 56.5 %, en la rural.
  • La CEPAL advierte que el riesgo de ampliación de la brecha digital interna es mayor en América Latina y el Caribe que la amenaza de incremento de la brecha que existe entre la región y el mundo desarrollado. [1] [2]
  • En América Latina, tan solo el 33% de las escuelas tiene disponibilidad de ancho de banda o velocidad de internet suficiente, menos de la mitad de lo reportado en promedio en los países de la OCDE . Para el caso de la ruralidad, menos del 15% de las escuelas rurales tienen acceso a ancho de banda o velocidad de internet suficientes.

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[1] ONU (2022), “Brecha digital podría ampliarse en América Latina”, 8 de mayo de 2022. Comunicado disponible en la siguiente liga: https://www.cepal.org/es/comunicados/brecha-digital-podria-ampliarse-america-latina
[2] INEGI (2022), “Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021”.
https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2022/OtrTemEcon/ENDUTIH_21.pdf

Iniciativas a tomar en cuenta

Es posible identificar experiencias con tres modelos distintos para reducir la brecha de cobertura en las zonas rurales donde no llegan los grandes proveedores: [1]

Alianzas Público Privadas (APP): Este modelo ha cobrado inicialmente impulso en las zonas urbanas, en países como Guatemala, Panamá, El Salvador, Colombia, Ecuador y Argentina. Por lo general, estas iniciativas están enfocadas en proyectos desarrollados con los operadores privados de telefonía e internet de cada país.

Por ejemplo, la propuesta de Internet para Todos (IPT) en Perú impulsa la inclusión digital de personas que viven en zonas alejadas; proyecto desarrollado en asociación entre Facebook en Latinoamérica, Telefónica Perú, el BID y el CAF (Banco de Desarrollo de América Latina); prevé la expansión de las redes de internet móvil a unas 30,000 localidades rurales del país y alcanzar a más de 6 millones de personas.

Alternativas endógenas de las comunidades: se trata de iniciativas locales comerciales de muy pequeña escala, impulsadas y operadas dentro de la localidad, que reciben apoyos técnicos y otros de organizaciones no gubernamentales, como por ejemplo Rhizomatica y Redes por la Diversidad, Equidad y Sustentabilidad, A.C..

Alianzas del sector público y la cooperación internacional, como el “Programa de Aceleración del Desarrollo de la Educación del Amazonas (PADEM)”, donde el gobierno de Brasil con el apoyo del BID ha impulsado desde el año 2007 una iniciativa de teleeducación para comunidades rurales. A partir de este proyecto se construyeron 12 escuelas y se modernizaron otras 500 para la educación a distancia. Más de 50,000 jóvenes de 6,000 comunidades rurales se incluyen en el programa (aproximadamente el 23% de los estudiantes de educación secundaria del estado de Amazonas, fuera de Manaos). Desde su inicio, más de 300,000 jóvenes brasileños han formado parte de esta iniciativa.

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[1] BID-IICA-Microsoft (2020), “Conectividad rural en América Latina y el Caribe. Un puente al desarrollo sostenible en tiempos de pandemia”. https://repositorio.iica.int/handle/11324/12896

Contenidos relevantes

¿Por qué son importantes?

  • En numerosas encuestas sobre las razones por las cuales las personas no usan internet, hay un porcentaje importante que señala que no le beneficia o que no le resulta útil, Entre otros aspectos, esto se debe a que no encuentran aplicaciones o servicios que se ajusten a sus intereses, hábitos, necesidades y prioridades.
  • La población no es homogénea. Lo que busca un adolescente no es igual a lo que quiere un adulto mayor; lo que prefiere una mujer frente a un hombre; una persona con una lengua indígena frente a quienes tienen el español como lengua materna; quienes hablan inglés y quienes no; etc. Se requiere ofrecer planes, servicios y aplicaciones orientados específicamente a cada uno de los distintos grupos que conforman el país para que el uso del internet sea útil y puedan sacar provecho de él.
  • La generalidad de las ofertas de servicios, planes y aplicaciones busca atraer a las mayorías y a quienes ya están conectados. La escasez de contenidos dirigidos a otros públicos se suma a los demás factores que los mantienen excluidos de la digitalización.
  • Para que el uso del internet pueda generar los mayores beneficios, las personas deben poder encontrar allí contenidos que respondan a sus circunstancias particulares, de manera que se despierte el interés y haya una motivación para involucrarse en un esfuerzo de alfabetización digital y que se produzca la apertura para iniciar un proceso de transformación digital, ya sea a nivel personal, comunitario u organizacional.

 

¿Qué nos falta?

  • Investigar e identificar las necesidades, hábitos, preferencias, intereses y prioridades específicos de cada grupo de la población, sobre todo pensando en aquellos que se enfrentan a obstáculos estructurales para su incorporación a la sociedad de la información, para fomentar el desarrollo de contenidos que respondan a esas necesidades específicas.
  • Motivar el desarrollo de contenidos en lenguas originarias así como en español, y facilitar el acceso a los contenidos en inglés para la población que no habla este idioma.

Lo que dicen los datos [1]

Si bien los contenidos en español se han incrementado, todavía están lejos de responder al tamaño de la población que utiliza esta lengua de forma nativa. Así lo evidencian, por ejemplo, las estadísticas de Wikipedia, que resumen el número de páginas de contenido en cada lengua.

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[1]  OCDE (2016), “Políticas de banda ancha para América Latina y el Caribe. Un manual para la economía digital”. https://read.oecd-ilibrary.org/science-and-technology/politicas-de-banda-ancha-para-america-latina-y-el-caribe/adopcion-por-las-empresas-emprendimiento-y-contenido-digital_9789264259027-13-es#page12

Fuente: OCDE, con datos de Wikipedia (2015)

  • Otro indicador importante de contenido digital, particularmente para la educación, son los cursos en línea abiertos y masivos, disponibles en plataformas como EdX, Udacity, Miriada X. De esto se desprende que solo el 9 % de los cursos se ofrecen en español, frente al 75% en inglés.

Ideas por explorar

  • Facilitar a los creadores de contenido el acceso a software, datos y API abiertos, por ejemplo, informándoles de herramientas en línea abiertas y gratuitas, así como promover estándares abiertos.
  • Adoptar el principio de la neutralidad de red, para que los creadores de contenidos puedan llegar sin restricción ni desventajas a todos los usuarios.
  • Promover la diversidad en los equipos que crean, diseñan y financian sistemas, plataformas y dispositivos o equipo para que esa diversidad promueva la innovación y la atención de distintas necesidades. Aplicar perspectiva de género en todas estas actividades.
  • Adoptar el principio de “inclusión por diseño”, es decir, que los sistemas, plataformas y aplicaciones se diseñen con un propósito deliberado de promover la inclusión.

Asequibilidad de dispositivos/accesibilidad

¿Por qué es importante?

  • La población de los países de Latinoamérica y el Caribe han identificado a los “elevados precios de los dispositivos/servicios” como la principal barrera para acceder a las TIC, especialmente para los grupos de ingresos bajos y medios.
  • La asequibilidad determina el número de dispositivos que puede tener una familia. Compartir un dispositivo entre muchos usuarios disminuye sensiblemente los beneficios que pueden obtener de su uso.
  • Cuando un dispositivo es compartido entre distintas personas, frecuentemente se deja al margen a quienes están en distintas condiciones de vulnerabilidad, como los adultos mayores, las mujeres o las personas con discapacidades.
  • Tener la propiedad, el control y decidir sobre quién, cuándo y cómo se usa un dispositivo es fundamental para que las mujeres hagan un uso provechoso de las TIC y para que estas no se usen para vigilarlas y ejercer violencia en su contra.

Las personas con discapacidades necesitan usar dispositivos adaptados a sus necesidades. La falta de dispositivos con estas características representa una doble exclusión muy grave, ya que les excluye no solo del internet, sino de una herramienta que les ayudaría a alcanzar mayores grados de autonomía e independencia.

¿Qué nos falta?

  • Considerar en las políticas públicas los ingresos de la población y no solo los precios de los dispositivos, ya que la asequibilidad es un concepto relativo.
  • Fomentar una mayor oferta y competencia en la provisión de equipos de baja gama, así como de dispositivos, aplicaciones y servicios accesibles.
  • Impulsar políticas que protejan a los consumidores para poder hacer un uso más extendido de sus equipos: combatir la obsolescencia programada, impulsar la compatibilidad de dispositivos y accesorios, impulsar los estándares abiertos y la interoperabilidad.
  • Asignar incentivos fiscales, subsidios focalizados y otros apoyos para asegurar el equipamiento donde el acceso a dispositivos es una barrera insuperable para la inclusión digital.
  • Tener en consideración el impacto de los impuestos, que incrementan los precios al usuario final lo que, a su vez, disminuye la demanda y la asequibilidad. Estos gravámenes también afectan al desarrollo de las redes y, por consiguiente, tienen un efecto negativo en la oferta, la calidad y la cobertura. Además, pueden distorsionar las decisiones adoptadas si no se aplican según principios de neutralidad tecnológica, algo que reviste especial importancia en un sector que depende de cambios tecnológicos dinámicos.

 

Ideas por explorar

  • Dada la incidencia que tienen las TIC tanto en el desarrollo económico y social como en la reducción de la desigualdad, la política fiscal aplicada al sector y las cargas impositivas específicas deben ser una cuestión de política de desarrollo nacional y someterse a un minucioso análisis costo-beneficio para el corto, mediano y largo plazos.

Una práctica a seguir

  • En Puerto Rico existe el Programa de Descuentos para Internet, también conocido como el Programa de Conectividad Asequible, que ofrece $30 dólares para el pago de servicios de internet de banda ancha a hogares de bajos ingresos. [1]

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[1] Sin Comillas (2022) “Subsidio de internet para familias de bajos recursos”, 7 de julio de 2022. https://sin comillas.com/disponible-subsidio-de-internet-para-familias-de-bajos-recursos/

Acciones enfocadas en brechas específicas

La reducción de las brechas digitales tiene implicaciones que van mucho más allá de los beneficios sociales. Por ejemplo, la igualdad de género no solo significa una mejoría de la calidad de vida para las mujeres, es también un motor para la economía en general pues la participación de las mujeres impulsa la innovación, especialmente la innovación disruptiva, y mejora la productividad y la rentabilidad. Además, los equipos de dirección multidiversos tienen más herramientas para enfrentar la incertidumbre.

En cuanto a las brechas de edad y por discapacidades los beneficios van igualmente más allá de los que reciben directamente esos grupos, pues la digitalización es la herramienta más poderosa que tenemos para lograr su incorporación al proceso de recuperación económica y para promover un círculo virtuoso de desarrollo sostenible en el largo plazo.

¿Por qué es importante? 

  • La banda ancha y las TIC son vehículos para reducir la exclusión y la desigualdad que enfrentan diversos grupos sociales en situación de vulnerabilidad, como las mujeres, las personas con algún tipo de discapacidad  y los adultos mayores.
  • Cuando las personas pertenecientes a estos grupos están empoderadas gracias a las tecnologías de la información y la comunicación, se beneficia la sociedad en general. El acceso a Internet y las competencias en materia de tecnologías digitales les brindan la oportunidad de crear nuevas empresas, vender productos en nuevos mercados y encontrar empleos mejor remunerados; proseguir su educación y acceder a servicios sanitarios y financieros; intercambiar información y participar plenamente en la vida pública.
  • No existe un solo modelo de inclusión que sea efectivo para distintos grupos, pues son divergentes las dificultades que enfrentan las personas para poder acceder y aprovechar las TIC. Es importante entender las circunstancias específicas para desarrollar estrategias enfocadas en cada grupo excluido.
  • Es una manera de poner especial atención en brechas multifactoriales: las mujeres representan un grupo en el que existe una agregación de brechas. Resulta claro que ser mujer, habitar en áreas rurales, tener un bajo nivel de escolaridad y ser adulta mayor son factores que se suman para estar en situación de desconexión. Es por ello que el acceso al internet móvil de las mujeres rurales y su uso en condiciones equitativas es una meta para brindar oportunidades de desarrollo y bienestar.
  • Es necesario construir un nuevo modelo de desarrollo con inclusión: sostenible, resiliente, conciliador y pacífico y en el que participen todas y todos.

¿Qué nos falta?

  • Considerar en el diseño de políticas públicas y en las acciones de la sociedad civil organizada que la brecha digital no es sólo una medida de acceso a las tecnologías, también es un indicador de nuevas dimensiones de la inequidad y la desigualdad social ya que las múltiples aplicaciones de las TIC actualmente constituyen una poderosa herramienta para que la población acceda a la educación y a la cultura, servicios de salud, servicios financieros, fuentes de trabajo y oportunidades de negocio, a la justicia y a la participación democrática.
  • De la misma manera, priorizar la reducción de brechas digitales para que, además de ser un fin en sí misma, se utilice como una poderosa herramienta para acceder a otros factores potenciadores de la movilidad social y del desarrollo económico.
  • Dejar de esperar que las brechas se cierren espontáneamente o que poblaciones en particular accedan a internet a partir de estrategias que no toman en cuenta sus circunstancias específicas. Es preciso desarrollar políticas concebidas desde el origen para responder a la problemática particular de cada grupo de la población.
  • Atacar las condiciones estructurales que mantienen las brechas digitales, que son reflejo de normas sociales, barreras económicas, desventajas de ingresos, etc., de manera que resulta esencial aplicar medidas de acción afirmativa que compensen los desbalances estructurales que alimentan las brechas.
  • El desarrollo tecnológico y el ecosistema digital son herramientas poderosas para dar acceso al trabajo, la salud, la educación, la información y la justicia, habilitando una amplia gama de derechos humanos. Pero, por sí mismos, no van a lograr cambios en nuestros modelos desiguales de desarrollo. Si no hay una intervención con el propósito explícito de eliminar los obstáculos estructurales que excluyen a las mujeres, la población rural, las personas con discapacidades, etc., de todo tipo de oportunidades, tendremos un país cada vez más dividido e injusto.
  • Utilizar indicadores que aborden el concepto de inclusión digital significativa, pues no se trata solo de tener «acceso» sino aprovechar el internet para mejorar la vida.
  • Políticas que financien el internet para las mujeres y las niñas, que les provean sus propios dispositivos, que fortalezcan sus habilidades digitales y que construyan un ciberespacio seguro. También se requiere construir condiciones para que las mismas mujeres desarrollen y diseñen aplicaciones, servicios, equipos y sistemas, de forma que resulten relevantes para sus necesidades.
  • Dado que los teléfonos móviles son el medio más utilizado para acceder a Internet, abordar la brecha de género en la propiedad de los teléfonos móviles podría ayudar a reducir la brecha de género en el uso de Internet. Es importante observar que en México no se cuenta con indicadores sobre la propiedad de los dispositivos móviles, sino sólo sobre la disponibilidad de los mismos en los hogares. La propiedad y control de un dispositivo están muy ligados a algunas formas de violencia de género.
    • Cuando se comparte un celular, tableta o computadora, se facilita la vigilancia de las actividades y comunicaciones de las mujeres por lo que, lejos de resultar un medio de empoderamiento, un dispositivo compartido o supervisado se convierte en un instrumento de control. De allí la importancia de asegurar que las mujeres sean propietarias de su propio equipo.
    • El crecimiento en el uso de nuevas plataformas tecnológicas y cibernéticas ha venido a profundizar la brecha digital y la exclusión de las personas mayores teniendo impacto incluso en su exclusión bancaria y financiera y en una mayor vulnerabilidad frente a los abusos al hacerlos dependientes de otra persona que pueda manejar las plataformas bancarias en línea. Estos sistemas no se han diseñado teniéndolos en mente.

    Lo que dicen los datos

    • Se estima que en México hay alrededor de 15.1 millones de personas mayores de 60 años que representan 12 % de la población total, siendo el grupo de edad que menos usa internet, con apenas 10.4 % de los usuarios totales de dicha herramienta, según datos de la ENDUTIH. [1]
    • En México existen más de 6 millones de personas con algún tipo de discapacidad. [2]
    • En todo el mundo, las mujeres y las niñas utilizan Internet un 12.5 % menos que los hombres y los niños. En México, en apariencia, la diferencia puede ser menor, pues para el 2021 se estimó que el 74.8% del total de las mujeres de seis años o más y 76.5% de los hombres del mismo rango de edad usan internet. No obstante, las estadísticas usadas para esta medición usan definiciones muy laxas del uso del internet, donde una persona puede registrarse como usuaria si usa internet todos los días o si lo usa solo una vez al mes. Asimismo, al analizar datos más desagregados se observa, por ejemplo, que más de la mitad de las mujeres del nivel socioeconómico bajo aún no son usuarias de Internet y a partir del grupo de edad de 66 a 75 años, menos de 30% de las mujeres son usuarias de Internet.
    • La GSMA, asociación que reúne a los operadores móviles del mundo, estima que, en los países de ingresos bajos y medios, la probabilidad de que una mujer posea un teléfono móvil es 20% menor que la de un hombre.
    • Sólo un 12% de las personas que participan en el desarrollo de innovaciones y tienen puestos con capacidad de decisión de alto nivel son mujeres. Según informaciones recientes, sólo el 11% de las personas que programan código fuente (escriben software) son mujeres.

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    [1] Gaceta UNAM (2022), “Se profundiza la brecha digital en la tercera edad”, 25 de agosto de 2022. https://www.gaceta.unam.mx/se-profundiza-la-brecha-digital-en-la-tercera-edad/
    [2] ConsumoTIC (2021), “Inclusión digital en México, un sinuoso camino”, 27 de octubre de 2021.

    Ideas por explorar

    • Incluir la perspectiva de género con una óptica interseccional desde las primeras fases del diseño de productos y servicios TIC, para asegurar que respondan a las necesidades particulares de las mujeres y que planteen soluciones a las barreras estructurales que enfrentan.
    • Incluir y hacer participar activamente a la población objetivo los grupos vulnerables y a sus organizaciones en el diseño de las políticas públicas que tienen el objetivo de incluirlas.
    • Que las instituciones públicas den el ejemplo y utilicen productos y servicios TIC incluyentes, además de incorporar medidas de inclusión en las adquisiciones y contratación pública.

    Una práctica a seguir

    El gobierno de Colombia adquirió una licencia de cuatro años de JAWS (lector de pantalla) y una licencia de MAGIC (software de ampliación de pantalla) que están a disposición de cualquier persona invidente o con discapacidad visual en el país. Se incluye la formación, y el gobierno ofrece cursos de alfabetización digital para usar estos programas. Como parte del proyecto, se facilita apoyo técnico y se efectúa la instalación en bibliotecas, kioscos y otros lugares. Esta iniciativa posibilita el acceso a las mencionadas herramientas, que, de otro modo, serían inasequibles. [1]

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    [1]  OCDE (2016), “Políticas de banda ancha para América Latina y el Caribe. Un manual para la economía digital”.

    Alfabetización digital (habilidades de uso, configuración y ciberseguridad)

    La alfabetización digital mide la capacidad de una persona para realizar diferentes tareas en un ambiente digital. Toma en cuenta las habilidades para usar un dispositivo electrónico, localizar,  entender y analizar información, pudiendo discriminar el contenido y las fuentes de donde proviene, así como utilizar aplicaciones y servicios digitales comunes. Actualmente, también incluye habilidades básicas para proteger la privacidad y la ciberseguridad

    ¿Por qué es importante?

    • Es una condición necesaria para aprovechar los beneficios y las oportunidades del ecosistema digital, lo que permite mejorar la calidad de vida.
    • Propicia una sociedad mejor informada porque hoy en día la mayor parte de la información se transmite, se escucha, se lee y se ve en medios digitales.
    • Contribuye a construir sociedades más democráticas, porque forma ciudadanos mejor informados, conscientes y críticos, con la posibilidad de usar las tecnologías de manera responsable y constructiva.
    • Otorga más elementos a las y los ciudadanos para contrarrestar fenómenos como la desinformación y la proliferación de noticias falsas.
    • El conocimiento de las nuevas tecnologías permite acceder a puestos de trabajo mejor remunerados.
    • La alfabetización digital juega un papel importante en la inclusión social y el desarrollo personal. Carecer de acceso a la tecnología incrementa las brechas digitales y crea nuevas diferencias en el ámbito educativo, social, económico y cultural.
    • Protege a los usuarios: las  personas con mayores habilidades digitales conocen  más herramientas y buenas prácticas para proteger sus datos personales en línea y su ciberseguridad.
    • Facilita el acceso a más y mejores oportunidades: ha sido documentado que las personas que tienen un mejor manejo de las nuevas tecnologías pueden acceder a mejores precios, mejores condiciones de compra y bienes y servicios de mayor calidad.
    • Da mayores herramientas a las personas para protegerse de fraudes, crímenes facilitados por la tecnología y la violencia digital, lo que es especialmente importante para niñas, niños y adolescentes, mujeres, personas de la diversidad sexual, periodistas y activistas.

     

    ¿Qué nos falta? [1]

    • Alinear los esfuerzos del gobierno, organismos de la sociedad civil, academia, iniciativa privada y de la sociedad en general para trabajar colaborativamente en el desarrollo de las competencias digitales necesarias para que el país entero pueda formar parte de la sociedad de la información y del conocimiento.
    • Asegurarse de que la cobertura de los programas de alfabetización digital se extienda t a todo el territorio nacional.
    • Particularizar las estrategias de alfabetización digital para las necesidades de distintos grupos de la población.

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    [1] Manzanilla, Héctor Manuel; Navarrete, Zaira; Ocaña-Pérez, Lorena (2021). “Alfabetización digital en México: una revisión histórico-comparativa de políticas y programas”. Revista Electrónica Científica de Investigación Educativa (RECIE),  Volumen 5, núm. 2, enero-diciembre 2021
    ISSN: 2594-200X. https://rediech.org/ojs/2017/index.php/recie/article/download/1348/1366

    Lo que dicen los datos

    En el Índice de un Internet Inclusivo 2022, México se ubica en el lugar 36 de 100 países analizados. Por categoría, México ocupa el lugar 52 en disponibilidad, el 21 en asequibilidad, el 9 en relevancia y el 3 en capacidad. A nivel regional, México está por detrás de Chile (17) y Brasil (23). [1]

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    [1] The Economist, Inclusive Internet Index, https://impact.economist.com/projects/inclusive-internet-index

    Lo que ha funcionado

    • Los programas e iniciativas de alfabetización digital, públicos o privados, pueden estar dirigidos a públicos diversos, por lo que éstos deberán desarrollarse de forma particular considerando el contexto de las personas, sus intereses y necesidades, la disponibilidad de accesos y dispositivos, y el grado de familiaridad que tengan las tecnologías digitales.
    • La alfabetización digital debe ir más allá del aprendizaje de herramientas y programas, sino abordar de manera integral las habilidades digitales necesarias para la inclusión significativa de las personas.

    Equipamiento de servicios públicos

    ¿Por qué es importante?

    El equipamiento con dispositivos digitales es una condición necesaria para alcanzar la conectividad que abre las puertas de entrada al ecosistema digital. Servicios públicos como los de educación, salud y justicia potencian sus alcances y sus efectos sobre el bienestar cuando entran a formar parte del ecosistema digital.

    ¿Qué nos falta?

    • Lograr que el equipamiento digital de servicios públicos clave como la educación, la salud y la justicia sea concebido por todos los niveles de gobierno como una inversión de largo plazo socialmente rentable, y no como un gasto accesorio o prescindible.
    • Ampliar el acceso a redes desde espacios públicos: uno de los ejes que los gobiernos pueden emplear para incrementar el acceso a las tecnologías digitales a los ciudadanos es mediante la instalación de Internet inalámbrico usando carreteras, plazas públicas, centros de salud, hospitales, escuelas y espacios comunitarios, pues es fundamental para combatir la desigualdad, la marginación y la pobreza y para la integración de las zonas pobres y alejadas.
    • Mejorar la calidad de la conectividad en espacios públicos: además de la existencia de una red de acceso, es importante contar con el equipamiento necesario para permitir que la ciudadanía pueda acceder a internet y contenido de valor.
    • Enfatizar la importancia de la conectividad adecuada en escuelas, hospitales y ministerios públicos. Las brechas digitales representan un obstáculo importante para extender los alcances de las nuevas tecnologías en la provisión de servicios públicos.
    • Mejorar la accesibilidad y seguridad de los puntos de conexión a internet, además de que estén en ubicaciones convenientes a las que se pueda llegar de manera segura.
    • Asumir que la transformación digital es un cambio de paradigmas para el largo plazo, que debe ser adoptada con convicción en todos los procesos que puedan significar un beneficio para los ciudadanos y las propias instituciones, y no verla solamente con una óptica administrativa o como un medio para afrontar situaciones críticas excepcionales. Por ejemplo, a pesar de que el IMSS desarrolló la herramienta digital Permiso COVID-19 3.0, mediante la cual otorgaba licencias médicas de forma remota durante la pandemia, decidió eliminarla cuando consideró que el nivel de contagio había disminuido lo suficiente.

    Una práctica a seguir

    • El programa “Luces para aprender” se desarrolló desde el año 2011 en 13 países de América Latina (Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana, Panamá y Uruguay), con el objetivo de mejorar la calidad y la equidad en la educación en las escuelas rurales de la región. [1]
      • La llegada de la conexión a los espacios remotos fue mediante la electrificación de las escuelas realizada a través de sistemas aislados de energías renovables (energía solar fotovoltaica) ya que la red de distribución eléctrica no llegaba a la mayoría de las comunidades.
      • Se contempló la instalación de generadores de energía que proporcionan servicios de iluminación y conexión de diversos equipos informáticos. No obstante, algunos países ajustaron esta propuesta general para ofrecer un sistema adaptado a las condiciones locales.
      • El componente TIC ha requerido soluciones particularizadas, ya que las alternativas técnicas para facilitar la conectividad son dependientes del contexto local. Entre las opciones empleadas se encuentra la conectividad terrestre a internet, las conexiones satelitales y la conexión DSL.
      • El programa logró un alcance de 55,000 escuelas rurales de difícil acceso de Latinoamérica, favoreciendo especialmente a los pueblos originarios, afrodescendientes y en situación de vulnerabilidad.

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    [1] BID-IICA-Microsoft (2020), “Conectividad rural en América Latina. Un puente al desarrollo sostenible en tiempos de pandemia”. https://repositorio.iica.int/handle/11324/12896

    Lo que dicen los datos

    Aproximadamente el 24% de los jóvenes que provienen de ámbitos socioeconómicos desfavorecidos no accede a computadoras (de mesa, portátiles o tablets) en el hogar o en la escuela. En el otro extremo, el acceso a los dispositivos entre los estudiantes de entornos socioeconómicos favorecidos en los países latinoamericanos se aproxima a sus pares de los países de la OCDE. [1] Un caso similar se observa al analizar la disponibilidad de plataformas de aprendizaje en línea. [2]

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    [1] BID-IICA-Microsoft (2020), “Conectividad rural en América Latina y el Caribe. Un puente al desarrollo sostenible en tiempos de pandemia”. https://repositorio.iica.int/handle/11324/12896
    [2] OCDE (2020), “Perspectivas económicas de América Latina 2020. Transformación digital para una mejor reconstrucción”, https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46029/3/LEO_2020perspectivas_es.pdf
    Fuente: BID (2020), basado en cálculos de la OCDE (2015) y la base de datos PISA (2015).
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